jueves, 10 de diciembre de 2009

Y sigue la inseguridad

Desde los mas conspicuos kirchneristas hasta los mas extremos opositores se escuchan todo tipo de hipótesis sobre las posibles soluciones a la inseguridad que sacude a gran parte de los argentinos (digo gran parte porque justamente los que tendrían que ocuparse del tema tienen guardaespaldas que los defienden de la "sensación de inseguridad").
La afirmación mas repetida es que todo se soluciona con "educación e inclusión social"; esas son las palabras mágicas que traerán la paz y la felicidad a la gente. Mientras tanto a pesar del palabrerío sin sentido de los burócratas, los hechos delictivos continúan sucediendo sin que nadie atine a explicar cuando van a empezar los señores gobernantes a "educar e incluir".
Pero el tema del que nadie habla es de las causas reales por las cuales la inseguridad viene creciendo desde la restauración de la democracia en 1983.
Cuando irrumpen en escena los militares en 1976 derrocando a Isabel Perón el país estaba en llamas, los atentados terroristas se sucedían diariamente (contra un gobierno elegido democraticamente) y la mayoría de la gente de bien pedía a gritos que alguien pusiera orden ante tanto descontrol.
Llegó 1983, pasó lo que pasó en los gobiernos militares con una serie de errores que provocaron su desprestigio ante la sociedad (sobre todo por la guerra de Malvinas).
Desde que se restaura la democracia los antiguos terroristas y sus simpatizantes empiezan a penetrar en todos los estamentos del poder, y su única misión es sacarle poder a las Fuerzas Armadas y de Seguridad por la sola razón de venganza hacia su enemigo de la década anterior.
A lo largo de todos estos años esa campaña de desprestigio constante de las fuerzas del orden sumado a una propaganda idelógica terrible, lograron incrustar en gran parte de la sociedad una deformación del lenguaje intentando asociar ciertas palabras a la maldad con ausencia de todo bien (represor, represión, facho, milicos asesinos, etc.)
Hoy la ideología está por encima del sentido común, ya que muchos de todos estos simpatizantes de los terroristas (la Ministra de la Corte Suprema Argibay es un claro ejemplo)intentan justificar todo hecho delictivo buscando razones ridículas para justificar el accionar de los delincuentes en vez de aplicar penas severas para defender a la sociedad de estas lacras.
Se trata de defender los derechos humanos de la gente honesta, y limpiar a la sociedad de los delincuentes con firmeza por parte de las Fuerzas de Seguridad y con el apoyo de los políticos dándole respaldo al accionar de éstas.
Una vez encanrcelados los delincuentes cumpliendo la totalidad de sus penas ahí se pueden poner a pensar en las formas de inclusión social si es que piensan que con eso se soluciona el tema. Pero mientras tanto un poco de mano dura contra los enemigos de la ley no vendría nada mal.