viernes, 4 de junio de 2010

Una crisis keynesiana

Escuchando a muchos que con la crisis ven una oportunidad para intentar herir al capitalismo acusándolo de los males que nos aquejan, cabe recordar que lo que provocó esta crisis dista mucho de ser el libre juego de los mercados financieros sino la intervención que ejercen en ellos los respectivos bancos centrales. Los intereses son ajustados de acuerdo a las necesidades de las economías de los distintos paises y no en base a la oferta y la demanda. Ejemplo claro de esta intervención es la que produjo la actual crisis, cuando allá por 2001 después de los ataques del 11 de septiembre Alan Greenspan decidió bajar los tipos de interés para estimular la demanda. Esta medida fue seguida por el Banco Central Europeo, intentando la misma cosa. Lo que generó esto es que, al ser el precio del dinero tan barato, se produjera una avalancha de créditos por parte de los intermediarios financieros (los bancos) que al tener que competir entre sí tenían que flexibilizar las condiciones para otorgar préstamos. Toda esta situación llevó a que pronto hubiera tensiones inflacionistas, lo que obligó a subir los tipos de interés para frenar la demanda agregada, lo cual trajo aparejado que, al haber otorgado créditos muy baratos a tipo de interés variable, al aumentar el precio de dichos créditos hubiera personas a las cuales ya no les alcanzaba el dinero para pagar sus deudas (principalmente en el mercado inmobiliario) ocasionando la crisis con un gran porcentaje de estos créditos de alto riesgo hoy llamados activos tóxicos. Al bajar la demanda bajaron el precio de las viviendas, con lo que mucha gente ni siquiera vendiendo las suyas podían pagar lo que le adeudaban a la entidad de crédito.
Al estallar la famosa "burbuja inmobiliaria" y empezar la actual crisis, la mayoría de los gobiernos adoptaron la típica medida keynesiana para mantener la demanda, que consiste en grandes planes de obras públicas para que, por medio del multiplicador, cause un efecto en la economía para atenuar los efectos de la crisis. Uno de los paises que con mas ímpetu llevó a cabo estas medidas fue España.
Pese a esas medidas supuestamente "salvadoras", hoy tenemos un paro del 20% y un déficit del 11,2% del PIB, lo que significa que en el año 2009 el gobierno gastó el doble de lo que recaudó para supuestamente salvaguardar las "ayudas sociales" que estimulan el consumo, en vez de bajar los gastos para equilibrar el presupuesto lo que hubiera permitido que hoy no se haya llegado a esta situación terminal.
Ahora el gobierno se ha quedado sin margen de maniobras, no solo no se solucionó la crisis, sino que se está en una situación mucho peor que la anterior. Es como decir que nos estamos por caer de un edificio del 3º piso y para intentar salvarnos subimos hasta el piso 10, y encima creemos que tomamos las medidas correctas.
El premio nobel de economía Paul Krugman sigue repitiendo que hay que meter mas dinero en el sistema para mantener la demanda, o sea que sigamos haciendo lo que estábamos haciendo, nunca va a rectificar así que lo único que se puede hacer es no hacerle caso.
Con los resultados a la vista está claro que el único sistema posible es el liberal, porque el keynesianismo está muriendo con la crisis y en su agonía nos está matando a todos.